Padre Elías Caro de Villa |
Con la presencia de más de un centenar de fieles devotos de los padres capuchino, en el convento de los hermanos menores se desarrolló una conferencia con el padre Elías Caro de Villa Forgione, de ascendencia Español quién está encargado de difundir la espiritualidad del Padre Pio por todo el continente Americano.
El Padre Villa Forgione dijo que es la primera vez que llega a Colombia, especialmente al municipio de Túquerres por una cordial invitación que le formulara el padre Marco Ramírez, con el fin de difundir la Espiritualidad del padre Pio de Pietrelcina.
El padre Villa preciso que Francesco Forgione nace en Pietrelcina en el año de 1887, sus padres fueron Grazio María Forgione y María Giussepa di Nunzio. Su familia era de clase humilde, trabajadora y muy devota. Desde niño mostró mucha piedad e incluso actitudes de penitencia. Su infancia se caracterizó por una salud frágil y enfermiza. Es desde esta edad donde manifestó un gran deseo por el sacerdocio, nacido por el encuentro que tiene con un monje capuchino del convento de Morcone llamado Fray Camillo quien pasaba por su casa pidiendo limosna. Su padre tuvo que emigrar a América para poder pagar sus estudios, en 1898 a Estados Unidos en 1910 a Argentina. Desde su niñez sufre los llamados «encuentros demoníacos», que lo acompañaran a lo largo de su vida. Amigos y vecinos testificaron que en más de una ocasión le vieron pelear con su propia sombra.
Señala que el 20 de septiembre de 1968 padre Pío cumplió 50 años de sufrir los estigmas, celebrando una misa multitudinaria. Sus fieles ubicaron alrededor del altar 50 grandes macetas con rosas rojas, por sus 50 años de sangre.
Tres días después, el 23 de septiembre de 1968, el padre Pío falleció. Su funeral fue tan multitudinario que se tuvo que esperar cuatro días para que la multitud de personas pasara a despedirse. Se calcula que hubo más de 100.000 participantes en el entierro.
Tiempo antes de morir ―al no disponer de privacidad, bajo control médico― los estigmas que había padecido los últimos 50 años cicatrizaron. Cuando le quitaron los guantes prácticamente no quedaban marcas de ellos.
El 18 de diciembre de 1997, el papa Juan Pablo II lo pronunció venerable. El 2 de mayo de 1999, el mismo papa lo beatificó, y el 16 de junio de 2002, lo canonizó bajo el nombre de san Pío de Pietrelcina.
Según los creyentes en el padre Pío, sus dones fueron otorgados dado los estigmas de su cuerpo, los cuáles fueron acompañados por dones del Espíritu Santo:
Al padre Pio se le atribuye curas milagrosas mediante el poder de la oración. Bilocación: estar en dos lugares al mismo tiempo. Perfume: en su presencia se podía percibir fragancia de flores (el «olor de santidad»). Lágrimas: cuando rezaba el Rosario a veces derramaba lágrimas.
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